De ti no quedó huella
la dejaste escapar
por las hendijas
de las alcantarillas
de calles nauseabundas,
en ellas rodó desparramada
la historia de tu vida .
De ti no quedó
ni el suspiro
ni la lágrima
ni el encaje de tu ropa,
ni el desvelo de la noche ya vivida
ni los años transcurridos
ni el dolor
ni el desprecio
ni el recuerdo
tampoco…
la alegría y la tristeza.
De ti , solo quedó….
¡la tormenta en el vacío de la nada!

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